Las Aguilas
9:53 | Author: Fabián Acevedo T.
LAS ÁGUILAS

"Cuando las águilas envejecen su pico es largo y puntiagudo, se curva, apuntando contra el pecho, sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas gruesas, volar se hace ya tan difícil que entonces el águila, tiene dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días, 5 meses.

Acaso no sentimos a veces como las águilas que nos faltan fuerzas para continuar ?
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón donde no tenga la necesidad de volar, después de encontrar ese lugar, el águila empieza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo, luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo, con el que desprenderá una a una sus uñas, hasta que estas vuelvan a nacer, comenzará a desplumar cada una de sus viejas plumas y después de ese tiempo sale para su vuelo de renovación a vivir aproximadamente 30 años más.
En nuestras vidas muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria.
Debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Romper paradigmas.
Solamente libres del peso del pasado, con el perdón a flor de labios, podremos aprovechar el resultado valioso que siempre trae una renovación.
Dejemos de alardear respecto a que no necesitamos renovarnos, cambiemos primero nuestra manera de pensar y entonces comprenderemos que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta para nuestra vida.
Ensayemos a buscar el vuelo alto de las águilas para remontar otros cielos y no el vuelo rastrero de los loros que no hacen sino repetir todo lo que el mundo quiere que repitan.
Es un problema de visión... Debemos vernos como Dios nos ve...
Voy a extenderme hacia lo que Dios tiene para mi.
Estoy listo para caminar en su propósito para caminar en el destino que Dios ha preparado para mi vida.

Allá voy...
...El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida; El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila.
La verdad detrás de los carnavales
12:34 | Author: Fabián Acevedo T.
Carnaval quiere decir Carne-a-Baal. Y la palabra Baal viene de Baal-Zebub, del hebreo: príncipe Baal. En Mateo 12:24 se lo llama Beelzebú, del griego: príncipe de los demonios. También 1Reyes 18:26,28,29 explica que los profetas de Baal prepararon un buey para holocausto esperando que su dios, Baal, mande fuego del cielo invocando el nombre de éste, clamando, saltando cerca del altar que habían hecho, sajándose con cuchillo hasta chorrear sangre conforme a su costumbre (tradición). Esto hacemos cuando decimos que hay que respetar la tradición en vez de la palabra de Dios. Pero Jesús dijo: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición; hipócritas bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, enseñando como doctrina, mandamientos de hombres”. Toda tradición o costumbre que contradice los mandamientos de Dios debe ser erradicada de nuestra vida. Algunos enseñan como parte del cristianismo la participación de la gente en Carnaval. Pero ¿en qué lugar de la Biblia Dios ordena esta fiesta de borrachera, sexo y drogas? ¡Dios la condena! Por eso Dios ordenó a Elías que degollase a los profetas de Baal que ofrecieron Carne-a-Baal.
Por eso la Biblia dice: “Profesan amar a Dios pero con sus hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes” (Tito 1.16.). Éste es el fundamento del Carnaval: ofrecer carne a Baal, bailando, gritando, peleando, con bullicios en la calle y pactos de sangre con Satanás. Si ha participado del Carnaval de forma activa, ha rendido culto a Satanás. Las fiestas y todas las actividades son en honor al dios Momo, y Momo no es nada más que Satanás mismo. Según el libro de Reyes y de Jeremías, el rey Momo (Moloc en hebreo) era una estatua de bronce en cuyos brazos extendidos se colocaba a los niños como sacrificio, porque el interior de la estatua contenía leña ardiendo, y para que no se escuchara los alaridos de los niños se hacían tocar tambores con fuerza.
En estas fiestas se incrementan las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas semejantes a éstas, acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios (Gálatas 5.19.).
¡Cuántos homicidios! ¡Cuántos accidentes de tránsito! ¡Cuántas niñas violadas! ¡Cuántos matrimonios deshechos! ¡Cuánta infidelidad! ¡Cuántos embarazos no deseados y, como consecuencia de esto, cuántos abortos producidos pasados dos meses del Carnaval! Terminada la euforia de la fiesta, ocurre lo que siempre pasa: depresión profunda, sufrimiento, dolor. Y junto con la depresión sucede lo de siempre: ola de suicidios, muchos jóvenes toman su propia vida en sólo un fin de semana. ¿Cómo puede ser que tras una fiesta tan estrepitosa la gente caiga en tal descenso emocional que llega a ser víctima de depresiones suicidas? Lo cierto es que todo esto vemos en la ‘carne para Baal’ o ‘carne al diablo’.
El corazón del sabio hace prudente su boca
7:55 | Author: Fabián Acevedo T.
El corazón del sabio hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios.

Proverbios 16:23

Nuestras palabras reflejan quienes somos realmente. Cuando una persona nos habla, podemos oír y escuchar sus palabras, pero también si prestamos un poco más de atención, podremos escuchar su corazón. Otro proverbio nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Hay una relación fuerte entre el corazón del ser humano y sus palabras. Cuando adquirimos sabiduría o entendimiento en nuestro corazón, estamos haciendo prudente o precavida nuestra boca. Nuestra manera de hablar será con mayor responsabilidad, lo cual traerá mayor libertad espiritual, debido a que muchas veces nos hacemos esclavos de nuestras palabras. La Biblia nos enseña que podemos traer lazo a nuestra alma con lo que decimos o bien podemos traer libertad, salvación, y bendición. A medida que somos más prudentes con lo que decimos mayor gracia podemos añadir a nuestra conversación. Permitamos al Espíritu Santo enseñarnos a hablar palabras de ánimo, aliento, restauración, y bendición.

Una persona sabia es incapaz de ocultar su sabiduría, será muy obvia en su hablar. Pero tampoco desperdiciará su saber: habrá enseñado a sus labios y a su boca cómo conducirse.Las palabras y la forma de hablar revelarán sabiduría o insensatez, porque de igual manera la persona necia será incapaz de ocultar su estupidez (Eclesiastés 10:12-13).

¿Quieres ser grande delante de Dios y de los hombres? Es indispensable tener corazón bueno y honesto. Porque de él mana la vida. Intenciones puras, nobles y sabias pronto enseñarán a tener dominio propio, en especial al hablar. Porque las palabras impactan, para bien o para mal.

¿Deseas ser árbol de vida? La lengua apacible es árbol de vida, mas la perversidad en ella quebranta el espíritu (Prov. 15:4). ¡Dios nos ha dado lenguas para algo más que pasar la comida por la garganta! Nos ha dado lengua para glorificarle a El, para consolar y ayudar a otros, y por eso la llama “nuestra gloria” (Salmo 30:12; 108:1; Colosenses 3:16). ¿La usamos bien?

¿Limitas tus palabras? (Proverbios 10:19; 17:27-28).

¿Eres lento para hablar? (Santiago 1:19; Proverbios 29:20)

¿Estudias antes de hablar? (Proverbios 15:28; 18:13)

¿Eres amante de la gracia? (Proverbios 22:11; Eclesiastés 10:12; Colosenses 4:6)

¿Enseñas a otros? (Proverbios 22:17-21; 1 Pedro 3:15; Proverbios 16:24; Efesios 4:29).

¿Sabes consolar? (Proverbios 25:20; 1 Tesalonicenses 5:14; Job 16:2)

¿Te apartas de la mundanalidad al hablar? (Eclesiastés 7:1-6; Efesios 5:3-5)

¿Guardas la reputación de otros? (Proverbios 6:16-19; 25:23).

Bien hablar implica limpieza de corazón. Porque de él manan nuestras palabras. Si el corazón no es regenerado, nacido de nuevo, nuestras palabras nunca lo serán. Confesemos pues a Dios la necedad y malos pensamientos y oremos que El conceda poner guardia a nuestros labios y boca (Salmo 19:14; 139:23-24; 141:3; Isaías 6:5).

Después, en oración, llenemos el corazón de las palabras de la Escritura, de tal manera que nuestro hablar sea pleno de hermosura y de ayuda para otros (Proverbios 22:17-21; Salmo 37:30; 119:46 y 172).

Oración:
Padre amado enséñame a escuchar el corazón de las personas que has puesto a mi alrededor, y enséñame a través del Espíritu Santo a hablarles palabras de bendición. En el nombre de Jesús, amén.


Contienda en las iglesias
10:22 | Author: Fabián Acevedo T.
“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía !” (Salmos 133:1). —Por Carlos Morgan

Cuando entramos en comunión con la iglesia de Cristo, esperamos encontrar el amor fraternal y la armonía de una familia compuesta por personas que han sido transformadas por el poder de Dios. Creemos haber hallado un refugio con- tra la amargura, malicia y gritería del mundo pagano. Se supone que las sospechas, los chismes y contiendas, choques de personalidad, no se encontrarán en la iglesia. Con mucha frecuencia miramos cómo Satanás tiene súbditos, quienes participan en las contiendas y disensiones.
A veces no son recién convertidos, sería más factible ayudarles, sino que se ve el espíritu contencioso en predicadores y miembros con trayectoria en la familia de Dios.
Defienden sus acciones bajo el pretexto de ser fieles a la verdad. Son varias las personas que reaccionan indebidamente y por algunos se preguntan, ¿cómo puede estar Dios en una congregación con tales problemas?
Es necesario identificar el problema. Las contiendas entre hermanos amenazan la unidad de las congregaciones. Trataremos de explicarle las causas de la contienda. Daremos sugerencias para evitarla y resolverla cuando se presente. La palabra de Dios nos puede ayudar a gozar de la armonía deliciosa que el Señor. es obvio que siempre habrá conflictos entre cristianos. Nuestra meta debe ser actuar de acuerdo a la voluntad de Dios y aprender a resolver las diferencias para el bien de la iglesia y la gloria del Señor.

Las contiendas personales
“¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” (Santiago 4:1 2 ).
Cada ser humano es el conflicto entre dos personas es resultado de esas diferencias. Por lo tanto, cuando nos comprendemos mejor a nosotros mismos y a los demás podemos evitar que los conflictos naturales se convierten en resentimiento, ira, odio y contienda. Es necesario examinar nuestros pensamientos y sentimientos con cuidado para entender qué nos mueve a contender.
Satanás es quien trata de sembrar la discordia entre hermanos, no olvidemos que el diablo es astuto.
Son las actitudes humanas y naturales, más no espirituales, 1 Corintios 3:3; Santiago 3:13-18. Cuando actuamos de esta manera debemos pedir sabiduría de lo alto (Santiago 3:13-18). Gálatas 5:19 dice que esas obras son manifiestas porque son obras de la carne. Cuando dos o más personas tratan de convivir o colaborar en un proyecto existirán desacuerdos. Aun en los apóstoles existía cierto desacuerdo. Por eso Jesús rogó al padre para que les ayudara. Hoy día, los cristianos necesitamos ser uno (Juan 17:11-23).

Las ofensas personales
“El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcanzar” (Proverbios 18:19). Las calumnias en contra de otra persona (I Timoteo 5:19). El chisme muchas veces sirve de ofensa. (Proverbios 16:28 26:20).
¿Por qué nos ofendemos? Existen sentimientos fundamentales y nos hacen expresar los siguiente: “Me siento enojado, amenazado, menospreciado, frustrado, engañado, traicionado y rechazado”. Si no tomamos en cuenta el aspecto emocional, cometemos un grave error, pues toda persona desea o anhela amar y ser amado, ser protegido, comprender y ser comprendido.
A menudo los anhelos de una persona chocan con los de otra, aun en la iglesia. Muchas veces las contiendas y ofensas personales resultan de no poder comprender el modo de pensar ajeno y reaccionamos de forma diferente. Más de alguna vez hemos observado contiendas o hemos estado involucrados. Por eso es muy importante enseñar a la iglesia a tener entendimiento básico acerca de los diferentes temperamentos, como también el papel que desempeñan en las relaciones fraternas.
Varios factores afectan nuestra conducta. La información que incluimos fue tomada de los libros “Creación therapy”, escrito por Richard Gene Arno y “El Varón y Temperamento”, de Tim LaHaye.
Hay tres razones principales para presentar esta información: primero, para entender mejor las causas reales de nuestro propio enojo. Segundo, para que seamos más pacientes con las debilidades de nuestros hermanos. Y por ultimo, para que aprendamos a ayudar a nuestros hermanos en sus debilidades en vez de causarles más problemas.
Presentaremos los atributos que más contribuyen a choques personales en la iglesia.
El temperamento melancólico: la inseguridad, el concepto negativo de su propia persona, voluntad fuerte (terco), perfeccionista, fácil de guardar rencor, vengativo, se enoja cuando él mismo u otra persona no cumple con las normas que establece en su mente. Tolera poca interferencia en su vida y se mete muy poco en la vida de otras personas.
El temperamento colérico: se enoja con mayor facilidad que cualquier miembro de la iglesia, el colérico será el miembro numero uno para las contiendas.
El temperamento sanguíneo: lo tiene el cristiano chistoso y ruidoso. Le gusta estar con otras personas, viajar y andar para arriba y abajo. No le cuesta pedir perdón, pero no le cuesta tampoco volver a cometer el mismo error y le gusta ser el centro de la atención.
El temperamento supino: tiene debilidades en su carácter, pero no son las que contribuyen a las contiendas.
El temperamento flemático: no le gustan los conflictos, tiende a ser pacificador. No causa problemas excepto en la frustración que produce para aquellos que lo tratan de motivar, involucrar y cambiar.
Todo cristiano del temperamento que sea, debe sujetarse a la voluntad de Dios y permitir que él lo vaya transformando conforme a la imagen de Cristo (Efesios 4:22-24; Romanos 8:29; 12: 1-20). No es correcto pensar –así soy y así seré porque Dios me creo así. Una cosa es reconocer que Dios en su gracia me acepta tal como soy y otra diferente es pensar que Dios me seguirá aceptando así si no hago ningún esfuerzo en cambiar o ser transformado a la imagen de Cristo. No es correcto pensar que no tenemos responsabilidad de cambiar nuestro modo de ser para el bien de todos. La iglesia tiene el derecho de esperar que cada miembro trate de seguir el modelo perfecto de Cristo y no usar su temperamento como pretexto.
Si en la iglesia de la cual usted es miembro observa contiendas entre miembros, este artículo puede ayudarle. Hemos expuesto los tipos de temperamento y creo que debemos vivir en armonía todos quienes formamos la familia de Dios. No es conveniente estar discutiendo y enredándonos en contiendas porque destruyen nuestra vida espiritual. ¿Cómo está usted viviendo su vida espiritual, en contiendas o en armonía? Tratemos de vivir en armonía y aprendamos a resolver cualquier clase de contienda en la iglesia del Señor.

El Espíritu Santo
15:59 | Author: Fabián Acevedo T.
Profundizando el conocimiento del Espíritu Santo: Todos debemos llegar al conocimiento pleno de quién es el Espíritu Santo y comprender su obra. Los siguientes elementos ayudan a identificarlo mejor:

a. Es una persona
El Espíritu Santo es una persona tan real como el Señor Jesucristo. Es la tercera persona de la Trinidad, en la que Jesús tenía plena confianza de que podía representarlo fielmente. Por ello, lo dejó como promesa a sus discipulos. Sin embargo, es una persona a la que el mundo no ve, ni le puede recibir porque el Espíritu de Dios es dado sólo a aquellos que reconocen a Jesús como su Señor y Salvador.
Las siguientes razones ayudan a confirmar que el Espíritu es una persona:
  • Habla (Hechos 13:2 - Juan 16:13)
  • Orienta y advierte (Hechos 16:6-7)
  • Brinda ayuda e intercede (Romanos 8:26)
  • Guía (Romanos 8:14 - Juan 16:13)
  • Testifica (Juan 15:26)
  • Se contrista o entristece (Efesios 4:30)
b. Es Dios mismo
La obra del Espíritu Santo puede verse desde el momento de la creación del mundo hasta nuestros días; y sus atributos nos permiten identificarlo como Dios mismo. Las siguientes citas bíblicas nos orientan al respecto: Lucas 1:35; Salmos 139:7, Hebreos 9:14, 1 Corintios 2:10-11.

c. Glorifica a Jesús
Todo lo que el Espíritu Santo hace contribuye a glorificar a Jesús. Cuando una persona deja de glorificar a Jesucristo con sus actos, sus palabras, etc, el Espíritu Santo se hace a un lado. Si tenemos una amistad estrecha con Él, lograremos el acceso directo a los tesoros divinos y la tercera persona de la Trinidad se encargará de ayudarnos a disfrutarlos. En otras palabras, la fe en Jesucristo nos da derecho legal a sus riquezas, pero la comunión con el Espíritu Santo es la que nos permite disfrutarlas. Cuando glorificamos a Jesús con nuestros actos, el Espíritu Santo se goza y acrecienta su poder en nosotros (Juan 16:14-15 - Juan 7:39-39).

d. Nos hace nacer de nuevo
Es sólo por medio del Espíritu Santo que llegamos a ser considerados como hijos de Dios, ya que es su obra en nuestras vidas la que nos permite nacer de nuevo. Recordemos la inquietud de Nicodemo con respecto al nuevo nacimiento, y la respuesta del Señor en Juan 3:5 y 6. Para poder nacer del Espíritu de Dios se hace necesario morir primeramente. Es decir, si una persona no muere al pecado, el Espíritu no se vivifica en ella.

e. Es nuestro guía
Cuando Jesús estuvo en la Tierra dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida...", Él fue y sigue siendo el único camino al Padre. Pero, al irse, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para guiarnos, a fin de que no nos apartemos de la senda correcta (Juan 16:13). Él es el que puede interpretar correctamente el mapa de la palabra de Dios, como dijo Jesús, nos llevará a toda verdad.
Quién no cultive una comunión íntima con el Espíritu Santo, corre el peligro de desviarse doctrinalmente.

Pasos para recibir la llenura del Espíritu Santo

a. Limpieza de corazón
El Señor dijo: "Nadie echa vino nuevo en odres viejos" (Lucas 5:37). El vino representa la fresca y enérgica presencia del Espíritu Santo, que quiere vertirse en vidas completamente regeneradas. Los odres viejos representan a aquellas personas que experimentaron la presencia del Espíritu Santo en sus vidas por algún tiempo, pero que, por diversas circunstancias perdieron la comunión con Dios. El odre nuevo es la vida completamente transformada por Dios (2 Corintios 5:17).

b. Creer
En la vida cristiana damos todos nuestros pasos por fe y por fe. Cuando se pide el bautismo en el Espíritu Santo, ya en fe debemos aceptar que lo tenemos.

c. No prestar nuestro cuerpo al pecado
Debemos recordar permanentemente que el Espíritu Santo es la presencia de Dios en nuestras vidas. Eso mismo nos indica el apóstol Pablo en 1 Corintios 3:16 "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo mora en vosotros?" Este texto nos enseña que nuestro cuerpo ha sido escogido por Dios como la habitación de su Espíritu, y éste no puede estar en una casa contaminada por el pecado. Ver también 6:13 y Santiago 3:8-12.

d. Recibir al Espíritu Santo voluntariamente
El Espíritu Santo es un caballero que sólo entrará a la vida de una persona cuando ésta lo decide voluntariamente y lo invite a seguir. Él entra a controlar todas las áreas del ser humano, brindándole poder y libertad absoluta.
Corro a Ti - Alex Campos
17:38 | Author: Fabián Acevedo T.


Grito, lloro y duermo
corro como el viento
salto a tu encuentro
cuando sé que estas aqui

Eres las cosquillas
que hacen mi risa
la mejor sorpresa
cuando estoy cerca de tiiii
ohhhhhhhhhhh

Coro:
Hoy corro a ti
me escondo en ti
me abrazan tus caricias
me envuelvo entre tus risas
Hoy corro a ti
me escondo en ti
no le temo al invierto
si tu eres mi verano

Me da tanto miedo
tiemblo como el hielo
cuando pasa el tiempo
cuando juegas junto ami
los juguetes tristes
junto a mi esperan
escuchar la hora
y me dice estas aqui

Coro:
Hoy corro a ti
me escondo en ti
me abrazan tus caricias
me envuelvo entre tus risas
Hoy corro a ti
me escondo en ti
no le temo al invierto
si tu eres mi verano

Coro:
Hoy corro a ti
me escondo en ti
me abrazan tus caricias
me envuelvo entre tus risas
Hoy corro a ti
me escondo en ti
no le temo al invierto
si tu eres mi verano

Hoy corro a ti
me escondo en ti
tu ers mi verano eres mi pronto auxilio
tu eres.....hoy corro a ti Señor....oh oh oh
Enfrentando a los gigantes
10:54 | Author: Fabián Acevedo T.
En nuestra vida como cristianos nos enfrentamos a muchos gigantes, tememos al fracaso, la fe decae, queremos rendirnos, queremos retroceder... Pero ¡Dios nos necesita! Tomemos como ejemplo la actitud que tuvo David al enfrentar al gigante:

1 Samuel 17:45-47 - Entonces dijo David al filisteo...

Aquí David le dijo cuatro cosas bien importantes a este gigante. Le dijo: "el tiempo de hablar se acabo," "no habrá ningún tipo de negociación, "no me rendiré y no correré," "Tu no me puedes intimidar."

1 Samuel 17:48-49 -Y aconteció que...

Lo que sucedió fue absolutamente magnifico. David no caminó o trató de usar táctica en su enfrentar al gigante, David corrió hacia el. David había puesto toda su confianza en Dios, su fe no flaqueo. Ven hermanos, la fe es agresiva, es activa, es el actuar en las bases de confiar en Dios absolutamente y estar seguros que El vencerá cualquier situación.

Para concluir. Podemos estar frente a un gigante, problemas que aparentan ser invencibles, enfermedades, personas, circunstancias, vicios, o cualquier otra cosa. Tenemos que estar listo para pelear, se nos ha garantizado la victoria, todo lo que tenemos que hacer es tomarla. Tenemos que movernos en oposición a los gigantes, no importa lo que sean. Tenemos que confiar que Dios los derribará, y que nos moveremos a través de cualquier situación a un lugar de victoria.

¡La victoria está garantizada, es nuestra! Sólo tenemos que tomarla.

Mateo 19:26 dice: Mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.


Revelando al Dios de las relaciones
16:36 | Author: Fabián Acevedo T.
1. Considerar la elección: Dios ha revelado en la Escritura parámetros universales que se reflejan en su naturaleza de lo que es bueno y lo que es malo. Él ha decretado que la honestidad es buena y la deshonestidad es mala. Él ha decretado que las relaciones sexuales dentro del matrimonio son honorables y que las relaciones sexuales fuera del matrimonio son deshonrosas. Él ha establecido que la justicia es una virtud y la injusticia es un vicio. Tú y yo tenemos que tomar decisiones importantes en la vida, pero la elección más importante es cuál versión de lo bueno y lo malo aceptamos.

2. Compararla con Dios: El próximo paso es comparar una actitud o una acción con lo que Dios tiene que decir al respecto. No es cuestión de descubrir lo que es "bueno para mi", es una cuestión de determinar lo que Dios es y lo que ha dicho acerca de lo bueno y lo malo. Cuando decidimos comparar nuestras actitudes o nuestras acciones con Dios y lo que Él dice de ellas, estamos reconociendo que Dios es Dios. Cuando cedemos nuestros "derechos" imaginarios para determinar lo que es bueno y malo, admitimos que Dios es soberano y que sólo Él tiene ese derecho.

3. Comprometerse con el camino de Dios: Comprometerse con el camino de Dios es algo fácil de decir pero no de hacer. Primero, tal como lo señalabamos antes, es incómodo comparar nuestros caminos con los de Dios. No nos gusta admitir que estamos equivocados. Por eso el concepto de decidir lo que es "bueno para ti", es tan atractivo. Nos permite justificar nuestras malas acciones y actitudes.
Segundo, aun cuando reconozcamos que nuestro egoísmo y nuestro pecado, comprometerse con el camino de Dios en la realidad parece imposible. De hecho, es imposible vivir los caminos de Dios por nosotros mismos. Por eso, Dios nos ha prometido capacitarnos con su Espíritu para vivir según sus caminos, cuando nos sometemos a Él como Señor y Salvador de nuestras vidas.

4. Contar con la protección y provisión de Dios: Cuando admitimos humildemente que Dios es soberano, y nos sometemos sinceramente a su Espíritu Santo, podemos comenzar a discernir las diferencias entre lo bueno y lo malo, y también a ver la motivación amorosa de Dios de proteger y de proveer para nosotros. Vivir según el camino de Dios y permitir que su Espíritu Santo viva a través de nosotros nos trae muchas bendiciones. Aunque la protección y la provisión que Dios no deberían ser nuestra motivación principal al obedecer a Dios, ciertamente nos proveen un refuerzo poderoso para elegir lo bueno y lo malo.

UN PROCESO CONTINUO

Aprender a amar a los demás como Dios nos ama, y tomar decisiones correctas en la vida es todo un proceso. No se aprende de una vez por todas con un sólo curso de estudio; se aprende durante el curso de la vida. Y la clave para comprender las relaciones y las decisiones correctas se relaciona directamente con nuestra relación amorosa para con Dios. Esta es nuestra tarea: Revelar al Dios de las relaciones a esta generación para que puedan ser más y más como Cristo al relacionarse íntimamente con Él a través de su Espíritu y de su Palabra. El resultado será una relación más sana y más profunda con los demás, al igual que tomar buenas decisiones en la vida.
¿Qué otra cosa necesitamos evaluar? Ya que no todo es perfecto, hay otra cosa más. El sufrimiento, la tristeza y el dolor abundan en este mundo. Guiar a nuestros jóvenes para que sean seguidores comprometidos con Cristo no cambia el hecho de que sus corazones sufran el dolor, de que la tragedia los ataca y de que las personas sufren, ¿o sí? ¿Pueden los cristianos ayudar a cambiar este mundo de muerte y sufrimiento? ¿Querría Dios que tú y tus hijos se involucren con Él en una misión de restauración para hacer que las cosas vuelvas a su forma original como Él las diseñó?
Adoracion falsa contra adoracion verdadera
17:20 | Author: Fabián Acevedo T.
Para meditar:

La prueba del tiempo del fin es la adoración. Esa es otra razón por la cual los santos del tiempo del fin estudian las escenas de la sala del trono donde tiene lugar la adoración genuina. Es espontánea, alegre, llena de amor y gratitud. Es adoración, devoción y alabanza jubilosa. Es relación, no ritual. Hay un júbilo atronador cuando un pecador regresa al hogar. (Lucas 15:23-24 "Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos una fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse").
Aquí está Cristo que se regocija "sobre ti con cánticos" (Sofonías 3:17 "Jehová está en medio de ti; ¡Él es Todopoderoso y te salvará! Se gozará por ti con alegría, callará de amor, se regocijará por ti con cánticos"). Un "te amo" espontáneo llena su adoración. Por el contraste, el culto de adoración falso del terrorismo cósmico es una rutina aburrida, insatisfactoría y vacía, sin respuesta. Esto puede suceder en cualquier religión.
Querido lector, acabas de leer los dos tipos de adoración a Dios: la rutinaria, que se caracteriza por falta del "fuego" del Espíritu Santo; y la adoración verdadera, que es sincera, en la cuál le expresamos a Dios nuestro agradecimiento por ser un Dios tan maravilloso en nuestras vidas, bendecimos Su nombre, declaramos que le amamos, un amor desde lo mas recóndito de nuestro ser, un amor que nos hace ser la luz del mundo, un amor que nos hace reflejar a Cristo.

Si al leer esto te diste cuenta que tu adoración es rutinaria, sin amor, por inercia y sin el "fuego" del Espíritu Santo, pídele a Dios pasión para amarle más, ¡buscale a Él! Dios quiere regocijarse sobre ti con cánticos, Dios quiere su júbilo en tu vida, ¡no te resistas!