El Espíritu Santo
15:59 | Author: Fabián Acevedo T.
Profundizando el conocimiento del Espíritu Santo: Todos debemos llegar al conocimiento pleno de quién es el Espíritu Santo y comprender su obra. Los siguientes elementos ayudan a identificarlo mejor:

a. Es una persona
El Espíritu Santo es una persona tan real como el Señor Jesucristo. Es la tercera persona de la Trinidad, en la que Jesús tenía plena confianza de que podía representarlo fielmente. Por ello, lo dejó como promesa a sus discipulos. Sin embargo, es una persona a la que el mundo no ve, ni le puede recibir porque el Espíritu de Dios es dado sólo a aquellos que reconocen a Jesús como su Señor y Salvador.
Las siguientes razones ayudan a confirmar que el Espíritu es una persona:
  • Habla (Hechos 13:2 - Juan 16:13)
  • Orienta y advierte (Hechos 16:6-7)
  • Brinda ayuda e intercede (Romanos 8:26)
  • Guía (Romanos 8:14 - Juan 16:13)
  • Testifica (Juan 15:26)
  • Se contrista o entristece (Efesios 4:30)
b. Es Dios mismo
La obra del Espíritu Santo puede verse desde el momento de la creación del mundo hasta nuestros días; y sus atributos nos permiten identificarlo como Dios mismo. Las siguientes citas bíblicas nos orientan al respecto: Lucas 1:35; Salmos 139:7, Hebreos 9:14, 1 Corintios 2:10-11.

c. Glorifica a Jesús
Todo lo que el Espíritu Santo hace contribuye a glorificar a Jesús. Cuando una persona deja de glorificar a Jesucristo con sus actos, sus palabras, etc, el Espíritu Santo se hace a un lado. Si tenemos una amistad estrecha con Él, lograremos el acceso directo a los tesoros divinos y la tercera persona de la Trinidad se encargará de ayudarnos a disfrutarlos. En otras palabras, la fe en Jesucristo nos da derecho legal a sus riquezas, pero la comunión con el Espíritu Santo es la que nos permite disfrutarlas. Cuando glorificamos a Jesús con nuestros actos, el Espíritu Santo se goza y acrecienta su poder en nosotros (Juan 16:14-15 - Juan 7:39-39).

d. Nos hace nacer de nuevo
Es sólo por medio del Espíritu Santo que llegamos a ser considerados como hijos de Dios, ya que es su obra en nuestras vidas la que nos permite nacer de nuevo. Recordemos la inquietud de Nicodemo con respecto al nuevo nacimiento, y la respuesta del Señor en Juan 3:5 y 6. Para poder nacer del Espíritu de Dios se hace necesario morir primeramente. Es decir, si una persona no muere al pecado, el Espíritu no se vivifica en ella.

e. Es nuestro guía
Cuando Jesús estuvo en la Tierra dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida...", Él fue y sigue siendo el único camino al Padre. Pero, al irse, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para guiarnos, a fin de que no nos apartemos de la senda correcta (Juan 16:13). Él es el que puede interpretar correctamente el mapa de la palabra de Dios, como dijo Jesús, nos llevará a toda verdad.
Quién no cultive una comunión íntima con el Espíritu Santo, corre el peligro de desviarse doctrinalmente.

Pasos para recibir la llenura del Espíritu Santo

a. Limpieza de corazón
El Señor dijo: "Nadie echa vino nuevo en odres viejos" (Lucas 5:37). El vino representa la fresca y enérgica presencia del Espíritu Santo, que quiere vertirse en vidas completamente regeneradas. Los odres viejos representan a aquellas personas que experimentaron la presencia del Espíritu Santo en sus vidas por algún tiempo, pero que, por diversas circunstancias perdieron la comunión con Dios. El odre nuevo es la vida completamente transformada por Dios (2 Corintios 5:17).

b. Creer
En la vida cristiana damos todos nuestros pasos por fe y por fe. Cuando se pide el bautismo en el Espíritu Santo, ya en fe debemos aceptar que lo tenemos.

c. No prestar nuestro cuerpo al pecado
Debemos recordar permanentemente que el Espíritu Santo es la presencia de Dios en nuestras vidas. Eso mismo nos indica el apóstol Pablo en 1 Corintios 3:16 "¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo mora en vosotros?" Este texto nos enseña que nuestro cuerpo ha sido escogido por Dios como la habitación de su Espíritu, y éste no puede estar en una casa contaminada por el pecado. Ver también 6:13 y Santiago 3:8-12.

d. Recibir al Espíritu Santo voluntariamente
El Espíritu Santo es un caballero que sólo entrará a la vida de una persona cuando ésta lo decide voluntariamente y lo invite a seguir. Él entra a controlar todas las áreas del ser humano, brindándole poder y libertad absoluta.
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1 comentarios:

On 11 de febrero de 2009, 12:26 , Fabian dijo...

Buenisimo estudio. Hay que realzar la maravillosa obra del Espiritu santo, este cumplira un papel fundamental en los eventos del tiempo del fin. Hoy es el que nos guia hacia Cristo y habita en nosotros como una persona.